lunes, 14 de mayo de 2012

El día después

Anoche recogimos a los niños. Estaban eufóricos por estar con nosotros por fin. Pasadísimos de rosca, de hecho. Por la noche, ninguno se podía dormir.

Su madre los había tenido encerrados  todo el día de ayer. Sin dejarles usar el teléfono, ni el ordenador, ni internet (¡por culpa de vuestro padre!, les dice).

El sábado, Pedro tenía una comunión a la que le dejó ir.
A Pablo le dejó ir a casa de un vecino, pero acompañándole hasta la puerta.

Bruce no estaba con ellos "por culpa de vuestro padre". El tío apareció un momento el sábado por la tarde y, cuando vió a Pablo, le dijo:
"¡¡Ah!! ¡¡No, por favor, no me denuncies!!"

En otro momento, Pedro le dijo a Pablo "mongolo" y Esther le dijo
"¡¡Pablo, llama a la policía!! Denuncia a tu hermano, que te ha insultado ¿¿por qué ahora no llamas??"

Es tonta. Se lo está poniendo a ella misma cada vez peor.

Al menos, está bebiendo cerveza sin alcohol.

domingo, 13 de mayo de 2012

La sentencia

El jueves, Asuntos Sociales estuvo entrevistándola por la mañana. Por la tarde, entrevistó a José Luis y a los niños. José Luis escuchaba lo que los niños decían a través de una puerta entreabierta. Dice que se le ponían los pelos de punta de oir las barbaridades que contaban.

Avisaron a la abogada de JL que el juez escucharía a los niños el viernes, y que se dictarían medidas de urgencia.
En la vista, declararon los dos guardias civiles que fueron a casa de Esther y luego al Centro de Salud la noche que los niños se escaparon.

Su declaración fue contundente: que los niños dijeron claramente y sin lugar a dudas que querían quedarse con su padre; que, cuando llegaron a casa de su madre, ella ni se había enterado de que los niños no estaban; que, aunque ellos no llevaban alcoholímetro, era evidente que Bruce y ella estaban en estado de embriaguez; que se quedaron asombrados de que, cuando le comunicaron que los niños se habían escapado en mitad de la noche, no se preocupó por ellos, por cómo estaban o por si los podía ver: sólo le importaba asegurarse de que no se habían llevado a la perra, de que la perra no se escapara y de conseguir contactar con su abogada. Ese no es el comportamiento lógico de una madre, dijeron.

El primer guardia fue muy contundente. El segundo, todavía más.

Segunda parte.

Hace ya meses que ella iba quejándose a todo el mundo de que Pablo era un niño rebelde y violento e, incluso ha llegado a fingir que le pegaba (Pablo a ella).

Pues, en línea con eso, cuando los niños le dijeron claramente que se querían ir a vivir con su padre, ella se acercó a Asuntos Sociales para decir que Pablo era un niño dificil, rebelde y violento, y que no sabía qué hacer con él.

Fue una entrevista pedida por ella y mantenida en el momento que ella eligió. Fueron a la entrevista ella y su novio.

Pues, a pesar de todo eso (de que era ella quien la había solicitado, de que el momento lo eligió ella), el informe de Asuntos Sociales fue demoledor. La sentencia sólo recoge sólo una pequeña parte. Dice que


el hedor a alcohol que quedó en la sala en la que mantuvieron la entrevista, tardó horas en irse. Que esos niños están en evidente peligro y que es necesario protegerlos

Una amiga de ella y su sobrina dijeron que era una madre fantástica y que nunca bebía. Como mucho, una cerveza de vez en cuando. La sentencia dice "qué van a decir".

Como resultado, los niños están con nosotros todo el mes, salvo fines de semana alternos, de media mañana del sábado a tarde-noche del domingo. Eso se revisará, en una nueva vista dentro de un par de meses.

Cuando los niños salieron de declarar, las amigas y las hermanas se les echaron encima, gritándoles
"¿¿¿vosotros queréis quedaros sin madre??? ¡¡Pues estáis haciendo todo lo posible para quedaros sin ella!! ¡¡Que lo sepáis!!".
Pedro se puso a llorar, y yo me puse a decirles que dejaran en paz al niño y se formó un poco de bronca.

La abogada de JL me dijo que lo dejara, que no convenia discutir. Eso lo entiendo, pero no podía consentir que machacaran al niño delante de nuestras narices. Así que, me dio permiso para que nos lo lleváramos.

Lo único malo de todo esto es que este finde lo pasan con ella. De las 12 de hoy a las 9 de la noche de mañana. Ellos están aterrados. Pero, al fin y al cabo, es sólo día y medio.
Estas son medidas urgentes. Dentro de dos meses, se dictarán las provisionales. Y no sabemos cuándo, las definitivas.

Sorprendentemente, tenemos que seguir pagando pensión y el uso de la casa sigue siendo de ella. Pero eso es lo de menos.

Por fin podremos vivir tranquilos. Al menos, durante dos meses.

martes, 8 de mayo de 2012

Fugas

Los niños se escaparon ayer a medianoche de casa de su madre.

Ella y su novio estaban bebiendo en el salón y ni se enteraron.  Y eso que los críos habían hecho sus maletas y salieron por delante de sus narices con un trolley cada uno.

Cuando se alejaron de casa, Pablo llamó a JL diciéndole q estaban escondidos en el parque y q les fuera a buscar.
Pedro estaba con una crisis de ansiedad, así que, JL se los llevó al Centro de Salud y llamó a la Guardia Civil.
Cuando la Guardia Civil llegó a su casa, ella seguía sin haberse enterado de que sus hijos no estaban allí.

Después, el mismo cabo de la GC, se pasó por el Centro de Salud y les preguntó a ellos.


Pablo les dijo que no aguantaba más, que su madre y el novio estaban siempre gritándole e insultándole (gilipollas, capullo hijo de puta y cosas así), y que su hermano lloraba y estaba muy nervioso viéndolo. Que por eso habían decidido escaparse.
El guardia le preguntó si su madre bebía, y él le dijo "¿que si bebe? ¡¡Tela!! Desde la hora del desayuno. Desayuna con cerveza. Y a mí me hace llevar al contenedor bolsas y bolsas con botellines vacíos todas las semanas".

Hoy Pedro no va al cole. Le da miedo que su madre se presente allí e intente llevárselo.


Pablo volverá a casa después de un examen que tiene a las 11.

De nuevo sin palabras.

viernes, 4 de mayo de 2012

solos y mal acompañados

Durante estas últimas semanas (no puedo asegurar si ha sido en el plazo de un mes o de dos), Esther se ha ido de viaje de trabajo dos veces durante el periodo en el que los niños estaban con ella.

Sí. Eso que en la demanda de divorcio aseguró que no ocurriría jamás porque tenía un acuerdo con su jefe para que así fuera.

En los meses anteriores, ha ocurrido muchas otras veces, pero ahora parece que se le están acumulando los viajes.

El caso es que ha dejado a los niños con Bruce.

Iba a escribir alguna apreciación personal. Pero creo que renunciaré a hacerlo. En su lugar, relataré lo que los niños nos han contado tal y como nos lo han contado, respecto a estos dos últimos viajes de su madre.

En el primer viaje, durante la noche que se quedaron con él, Pablo nos contó que abrió una botella de Ruavieja, "del verde", cuando iban a cenar. Cuando se levantó a las 7 de la mañana, la botella estaba terminada.

Ruavieja. Ese aguardiente gallego de 30º.

Sí, efectivamente, la noche que se quedó él solo al cuidado de los niños.

La segunda noche, para no ser menos, se fundió medio tetrabrick de 5 litros de vino.



"Está siempre bebiendo", dicen los niños. "O vino, o aguardiente o lo que sea. Siempre tiene un vaso en al mano."

Pues qué bien.

jueves, 3 de mayo de 2012

Los chantajes siguen

Durante estos días, los niños han quedado con algunos amigos de su madre a los que hacía tiempo que no veían.

Casualidades.

Estos amigos les han echado en cara lo desagradecidos e insensibles que están siendo con su madre.

Les han preguntado que cómo pueden portarse así con alguien que les ha llevado al mundo y "les ha parío".

Les han preguntado si no tienen claro que nadie puede quererles como su madre. Que nadie en el mundo mundial puede sentir por ellos el amor que ella siente, ya que nadie más que ella les ha llevado dentro durante nueve meses.

Les han preguntado que cómo pueden hacerle semejante putada a la persona que más les quiere en el mundo.

De nuevo les han dejado claro que su padre y yo sólo queremos que estén con nosotros por la casa y por la pasta. Lástima que los niños sepan que su padre ha renunciado expresamente al uso de la casa y a que le pasen ninguna pensión.

Los niños nos dicen que cómo puede ser que nadie de toda esa gente les haya preguntado por qué quieren irse, ni como se sienten para querer un cambio así.

Todos les dicen "tu madre se va a morir por tu culpa" "tu madre va a ser pobre por tu culpa" "Yo me voy a quedar sin vecinos para jugar porque tú sólo piensas en ti mismo"... Pero nadie les ha dicho "Y tú, ¿cómo te sientes?"

Y ellos, como digo siempre, son niños, pero no tontos. Y por eso les duele que nadie del entorno de su madre, ni sus tías, ni sus amigos de toda la vida, se hayan preocupado por ellos.

miércoles, 18 de abril de 2012

Qué sorpresa

Qué sorpresa. Cuando Esther se ha enterado de que los niños quieren venirse a vivir con nosotros, ha cambiado varios comportamientos. Todos la misma semana:

1- Ha comprado zapatos nuevos a Pedro (¡ya era hora, porque estaban tan rotos que cualquier día se dejaba los dientes en el suelo!)

2.- ¡Ha hecho los deberes con Pablo! Al menos un día, pero los ha hecho. Eso sí: le castigó por lento.

3.- Ha dejado a Pedro llevar la bicicleta al cole en "el día de la bici", y eso que no era necesario porque estaba con nosotros la víspera de ese día. Le ha dejado traer la bici a nuestro "pisito de mierda"

4.- ¡¡Les ha comprado manzanas!! Y les ha dicho que no compra más fruta porque cuando compra, se pude en el frutero. Cuando me lo contaban, los niños me miraban con cara de "esta se cree que nos chupamos el dedo"

5.- Ha llevado a Pablo al hospital nada más tener una caída ¡¡le ha llevado ella!!

6.- Esta mañana, le ha dejado no ir al colegio porque se encontraba mal ¡¡y ha salido del trabajo para volverle a llevar al hospital!!

7.- Ha llamado a José Luis para informarle en el camino DE IDA al hospital ¡¡En el de ida!! Las demás veces nos hemos enterado días después, cuando nos lo han contado los niños en el cambio de turno.

Qué casualidad. Tantos cambios en cuatro días. Y justo al enterarse de que se quieren venir con nosotros. Y justo después de que su hermana interrogara a los niños y ellos le explicaran por qué quieren hacerlo.

Supongo que espera acumular méritos en el tiempo que queda antes de que el juez entreviste a los niños. Y que ellos se olviden para cuando llegue esa entrevista de cómo los trataba antes de este cambio

lunes, 16 de abril de 2012

¡Y más chantaje aún!

Esta semana que han estado con nosotros, los niños nos han contado que todo el mundo les echa en cara su decisión.

No sólo su madre. No sólo su tita.

La chica que les cuida y limpia la casa, les ha dicho que se va a quedar sin trabajo por su culpa. Que, no sólo ella va a ser pobre, que ya no van a poder ver nunca más, ni van a poder hablar por teléfono, ni nada. Eso es lo que va a pasar si ellos deciden venirse con nosotros.

De nuevo, Pedro lo contaba llorando.

Pero ellos lo tienen claro. Nadie les ha dicho nada sobre ellos. Nadie ha hablado de dónde van a estar mejor, dónde van a ser más felices, mejor cuidados o más tranquilos.

Todos les dicen "por tu culpa me voy a quedar sin dinero" "por tu culpa me voy a quedar sin casa" "por tu culpa voy a vivir peor"

Y eso, les da qué pensar.

jueves, 12 de abril de 2012

Más chantaje

Como era de esperar, desde que los niños han dicho a su madre que se quieren venir con nosotros, el pressing va aumentado día a día.

El lunes les llevó a casa de su hermana pequeña. La tita, los sentó frente a ella y se puso a darles caña:



¿Sabéis que mamá no ha parado de llorar desde que se enteró de que os queréis marchar con vuestro padre?


Que sepáis que, con esta decisión, váis a hundir a mamá

Vuestro padre os engaña: lo único que quiere es quedarse con la casa y con todo el dinero de mamá



Mamá va acabar arruinada por vuestra culpa: se va a tener que ir a vivir a un piso o a casa de Bruce



Tendrá que dormir a Pebbles para matarla
.


Además, no la podréis ver casi nunca. Todo el mundo sabe que, cuando un niño dice que quiere ir con su padre, a su madre ya no la puede ver más que una vez al mes o menos.



A mí tampoco me podréis ver. Ni a vuestras primas. Yo tampoco puedo parar de llorar desde que me enteré.



Si os queréis ir, tenéis que decirme una razón que a mí me convenza. A ver, decidme una razón ¿Por qué os queréis marchar?



Se enfadó mucho con Pablo porque él, para no angustiarse, estaba pensando en otra cosa. "A tí te da igual lo que te diga ¿no? Te estoy viendo en los ojos que estás pasando de todo"

Después de eso, les exigió que le dijeran qué cosas les gustaban y que cosas no les gustaban, primero de su madre y luego de su padre, prometiéndoles que eso iba a quedar entre ellos y no se lo iba a contar a nadie.

Aprovechando que salió a fumar un momento, Pablo abrazó a Pedro, que estaba muy angustiado, le dijo que no se preocupara, pero que tuviera claro que todo lo que le dijeran a la tita, ella se lo iba a contar a mamá.

Pedro contestó "Ya lo sé. Nos está grabando".

Entonces, su tía volvió, y empezó a anotar las cosas que ellos le decían que les gustaban y que no les gustaban de sus padres.

Y después, les empezó a exigir que eligieran.

            ¿A quién queréis más? ¿A mamá o a Nerea? (¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿???????!!!!!!)


¿A quién queréis más? ¿A papá o a Bruce?



 Pedro lloraba cuando nos lo contaba.

Yo le dije que no hay por qué elegir ¿cómo se puede saber si quieres más a tu padre o a tu hermano, o a tu mejor amigo? Quieres a la gente, no hay por qué elegir el orden de la lista.

Después les enseñamos la demanda en la que JL dice que no quiere ni la casa ni ninguna pensión, que sólo quiere tener a los niños.


Ya lo sabíamos, dijeron. Pero se les volvió a ver sonreir.





martes, 10 de abril de 2012

provocaciones

Algunos amigos me dicen que la culpa de que Bruce me amenazara de muerte, la tuve yo por provocar.

Si es que, está claro. Alguien te dice "heres puta temato" porque no puede evitarlo; es su caracter. Si encima, tú vas y le contestas "eres se escribe sin h", te la estás buscando por provocadora.

Tiene huevos.

Volvemos al "se buscó que la violaran. Va provocando"

sábado, 7 de abril de 2012

Amenazas de muerte

El jueves por la noche, JL estaba intentando hablar con los niños. No estaba operativo ningún teléfono, no cogían el fijo de casa, y su exmujer le colgaba cuando él llamaba a su móvil.
Así que, decidió llamar a su novio. Él le cogió el teléfono y le gritó furioso que los niños no estaban con él, que él estaba tranquilo con su familia, que como volviera a llamar le iba a pegar, le iba a dar una paliza y le iba a rajar, que tenía más huevos que él… y así siguió gritando. Yo le dije que se tranquilizara, que si no estaba con los niños, lo dijera y no pasaba nada. Entonces, se puso a gritarme a mí y colgó muy enfadado.
Yo le mandé este mensaje

¿por qué te cabreas? Este rollo no va contigo. Sólo queremos hablar con los niños. Si no estás con ellos, no hay problema: nos lo dices y ya está.
         No creo que hagamos mal a nadie por tratar d hablar con ellos.

Al cabo de un rato, como suele ocurrir cuando llamamos a Bruce, Esther cogió el teléfono y se lo pasó a Pedro, así que, JL pudo hablar con él. Resulta que sí que estaban con Bruce. Yo me indigné y le mandé este mensaje:

¡Pero qué mentiroso eres!¡Estás con Pedro!¡No me lo puedo creer!

Él me contestó con varios sms:

Te sigo te godere puedo maske tu te transmito te matare no mejodas

         Te cuidado puta kaeras


Te kojere hoy temato puta




         Puta heres puta vasca y trabajo con tus conpadres


Por hoy empiza la lucha puta

Puta estoy en paro como sigas te espero kara ha kara demuestra tu orgullo

Orgullo, dice el tío. En fin. Qué peña. Le iba a poner que él y cuántos más. O que me daba pena abusar de un vejete enclenque que le roba la ropa a un niño de 12 años. Pero al final me dio mitad pena y mitad miedo. Creo que soy demasiado educada para decir algo duro como eso. Una cosa es pensarlo en un momento de cabreo, y otra muy distinta, escribirlo y mandarlo...
Cuando JL le pidió a Pedro que le pasara con Pablo, él preguntó a su madre y ella le dijo que no podía ponerse porque estaba en la ducha. Pero ayer Pablo nos dijo que eso era mentira, que estaban en un bar de nuestro pueblo cuando pasó todo lo anterior.

Nos dijo que Bruce hacía unas cosas muy raras. Que seguramente estaba borracho o drogado. Que tiraba cosas al suelo cabreado y daba portazos con las puertas del bar.

Que su madre y Bruce siguieron bebiendo durante un rato más después de que habláramos con Pedro y de este cruce de sms. Luego, a pesar de llevar mucho tiempo bebiendo y de que, según Pablo, parecían borrachos, cogieron el coche y condujeron hasta el pueblo en el que vive su madre, a varios kilómetros por una mala carretera. Llevando a los niños en el coche, por supuesto.

Otra conocida común nos dijo que se la había encontrado el miércoles santo y que estaba borracha como una cuba. Que se quedó horrorizada porque los niños estaban con ella, estando ella en ese estado.

Yo estoy horrorizada porque volvieron en coche. Desde el metro hasta su casa; de nuevo a varios kilómetros de mala carretera. De noche y sin iluminar. Conduciendo ella, y yendo en ese estado.

sábado, 31 de marzo de 2012

Emboscadas

Ayer Pablo volvió de la excursión. JL fue a recogerle a la puerta del colegio. No quiso que yo fuera con él porque se olía que Esther iba a montar alguno de sus números y no quería que Pedro lo sufriera.

Efectivamente, ella estaba allí con una de sus amigas intermitentes.

Cuando llegó el autobús, se llevó a Pablo aparte con la excusa de darle los libros y los deberes. Al acercarse JL para avisar a Pablo de que había que irse ya para casa, Esther se puso a insultarle, llamándole gilipollas, cabrón y de ahí para arriba.

La amiga, grababa la escena en vídeo.

JL se dió cuenta de la jugada y no cayó, pero Pablo se agobió mucho y le decía
"¿Lo ves, papá? ¡Te lo dije! ¡Te dije que iba a hacer algo".


Cuando ella le escuchó, se puso a gritarle también a Pablo:
"¡¡Pablo, tú estás de su parte!! ¡¡No me puedo creer que estés de su parte!!"
Esta mañana me decía que estaba angustiado pensando en lo que podía hacer su madre con esa grabación. Yo le he preguntado si su padre había hecho algo malo, si había respondido a los insultos o había hecho algo. Me ha contestado:
"Claro que no, pero mi madre es informática y tengo miedo de que algún amigo suyo pueda manipular la grabación y parezca que papá le contestó"


De nuevo me quedo sin palabras.

Lo único bueno es que le ha traído los libros y podrá hacer deberes.

viernes, 30 de marzo de 2012

Atados de pies y manos

Esto pasó hace ya más de un año.

Todo empezó porque una amiga común, nos contó que se había encontrado con Esther en el estanco. Que Esther iba con los niños. Que se había parado a saludarla y que tumbaba de espaldas del pestazo a alcohol de su aliento.

Como había cambiado ya el turno y los niños estaban con nosotros, les preguntamos. Nos dijeron que, efectivamente, se habían encontrado con ella. Que, después de estar con ella, su madre siguió bebiendo cervezas. Que por la noche se fueron a casa en coche y que, como siempre, conducía ella.
Nos acercamos a la Guardia Civil de pueblo con la pretensión de que, ya que sabíamos su recorrido habitual, la pararan y bajaran a los niños del coche si daba positivo en un control. El guardia que nos atendió nos dijo que ni de coña se podía parar a una persona y hacerle un control por el morro sólo a ella. Ni aunque alguien la hubiera denunciado. Que, o  te pilla un control, o no hay nada que hacer. Que aunque llames avisando que un amigo tuyo está borracho y quiere coger el coche, ellos pueden hacer nada. A ver si les van a acusar de tener manía a alguien.

Al día siguiente, sin encomendarme a Dios ni al diablo, escribí un correo electrónico a una dirección de "quejas y sugerencias" de la página de la Guardia Civil. Básicamente, contaba lo que había pasado, y les decía que escribía ese correo para que quedara constancia y que, como a los niños les pasara algo, pensaba dedicar mi vida y mi dinero a que se exigieran responsabilidades y se hiciera justicia con toda la cadena de mando implicada en el tema: desde el número que había pasado del asunto hasta los ministros de Justicia e Interior.

A los dos días me llamaron del Departamento de Menores de la Guardia Civil. El Jefe del departamento estuvo como una hora hablando conmigo, diciéndome que las cosas que contaba eran inaceptables, y me dió los teléfonos de Protección al Menor de la Junta a los que me tenía que dirigir, ya que, al parecer, el departamento que él dirige está más bien dedicado a delincuentes menores de edad y esos temas.

Un día más tarde, me llamó el jefe de la unidad de Tráfico de la Guardia Civil y me citó en el cuartel. Le expliqué que no podía figurar mi nombre porque podía ser perjudicial para el proceso de divorcio y custodia de JL, y él me aseguró que no aparecería.
Entonces, le di todos los datos y me aseguró que él se ocuparía del tema y que Esther no conocería quién había denunciado los hechos. Me dijo que la actitud de los guardias del cuartel del pueblo era imperdonable, y que lo que nos habían dicho sobre que no hay medidas que se puedan tomar en estos casos, desde luego, no son ciertas.

Al parecer, llamó a Esther y los niños nos contaron que estuvo como un mes bebiendo cerveza sin alcohol y quejándose de que su padre le había denunciado. Después, y ha pasado más de un año, volvió a las andadas.

La cosa quedó así hasta que, al cabo de los meses, la anterior profe particular de Pablo, se quejó de que había llamado a Esther para fijar la hora de la clase, y ella le había contestado al teléfono desde un bar y borracha como una cuba.

De nuevo preguntamos a los niños, y nos dijeron que estaban en un bar de Almensilla y que, como siempre, su madre condujo de vuelta a casa con ellos en el coche.

Otro agravante es que los lleva sin medios de seguridad. Pablo va sentado delante y Pedro detrás, entre los dos asientos y sin alza de seguridad.

Pensé que podía acercarme a Protección al Menor de la Junta, como me había dicho el Jefe del Departamento de Menores de la Guardia Civil, pero sin dar datos ni de José Luis ni de los niños.

Me planté allí. Me costó bastante que me recibieran sin dar nombres pero, al final, lo hicieron.
La funcionaria empezó atendiéndome sin ganas, con cara de "a ver qué me cuenta esta pedorra". Según le iba contando detalles, ella ponía cara de consternación y me iba dando consejos: una evaluación psicológica, pedir ayuda a la Asistente Social del ayuntamiento de Palomares...
Yo le conté el éxito que habíamos tenido haciendo las cosas por las buenas, cómo Esther había llevado a los niños al psicólogo antes de llevarlos al Gabinete Psicosocial del juzgado (nos acabábamos de enterar de eso), y lo que decía  finalmente el informe del Gabinete. Cuando se lo conté, me miró con cara de "qué mala suerte" y me preguntó:
"¡No me digas que os tocó Axxxx. Mxxx.! ¡Pero qué mala suerte!"
Yo le dije que no tenía ni idea de quién era el psicólogo que lo hizo. Pero, al volver a casa lo comprobé y, efectivamente, era él.

Me explicó que ellos no podían hacer nada, salvo asumir la custodia en caso de desamparo por parte de los dos progenitores pero que, con JL, es evidente que este no es el caso, ya que él se ocupa de los niños y es una "figura protectora", dijo.

Me explicó también que el único camino era el judicial y/o contar con la ayuda de la Asistente Social del pueblo en el que reside la madre de los niños. Que la Asistente Socia determinara que Esther es alcohólica, y que hiciera un informe al respecto para que se tomaran medidas, pero que entendía que, con nuestra experiencia anterior, ese era un camino incierto.

Se despidió de mi ¡¡con un abrazo!! y me dijo que ojalá la madre de los niños se matara en una curva el siguiente fin de semana que estuviera sola.

Le pregunté horrorizada si la solución de la Junta para un caso así era desear la muerte de la madre de los niños y me contestó
"Estamos atados de pies y manos; no podemos hacer nada, aunque queramos. Ojalá pudiéramos hacer algo más. Pero no podemos".

Sin palabras.

Las zapatillas de Pedro

Estas zapatillas son los únicos zapatos que tiene Pedro en casa de su madre. Estas, y las botas de tacos de la clase de fútbol.

jueves, 29 de marzo de 2012

La mochila de los deberes

Pedro nos ha dicho que él también intentó traerse a casa la mochila de Pablo con las cosas para los deberes. Lo había recogido todo él solo. Lo tenía ya preparado, pero su madre lo vio y le dijo que lo dejara en casa, que no se lo podía llevar. Que el viernes se lo llevaría ella al autobús.

Crucemos los dedos.

También nos ha dicho que, ahora que no está Pablo, estar con su madre es soportable. No es un infierno de gritos todo el día.

Pero que se siente muy solo y se aburre mucho.

Qué mono es.

lunes, 26 de marzo de 2012

La excursión

Pablo se ha ido a la excursión de fin de curso. Le llaman así, pero es una convivencia, en realidad, porque dura una semana.

La hora de salida del autobús era las 8:00 AM. A las 8:15 AM, todos los niños estaban en el autobús, y Pablo no había llegado.

A las 8:20 AM ha aparecido su madre de paseo hablando por el móvil y él corriendo, cargado con la maleta, la mochila y el saco de dormir.

Iba vestido que parecía un gitano. La maleta no podía ser más vieja. Me ha dicho que era de su abuelo, que murió el año pasado. El saco de dormir, zarrapastroso, iba sin funda y atado a la maleta con una cuerda. Me ha dicho que era del novio de su madre.

Se me ha caído el alma a los pies. Su madre se fuma 56 € cada semana. No ha tenido 9 € para comprarle un saco. No ha podido dejarle su maleta.

El viernes, le recogemos nosotros. Tampoco le ha dejado traer la mochila con los deberes para el fin de semana. Dice que se la dará cuando llegue. Veremos a ver.

Este saco vale 8.95€ en Decathlon.




viernes, 23 de marzo de 2012

El colegio

JL ha pedido ayuda al colegio.

El colegio ha dicho que nada de eso. Que no piensa emitir ningún papel, ningún informe. Ni siquiera un calendario que marque qué días hacen los niños los deberes y qué días no.

Dicen que nosotros les estamos contando nuestro punto de vista, que no tiene por qué coincidir con la realidad.

JL les ha dicho

"preguntad a los niños. Llevo tres años diciéndoos que no me creáis, que preguntéis a los niños"

Blanca, la profesora de Pablo del año pasado, ha intentado que una comisión hable con ellos. Pero se han negado. No quieren escuchar a los niños. No vaya a ser que se vean en la tesitura de tener que actuar.

El colegio sólo ha intervenido en un caso en 40 años. Y fue en un caso patente de malos tratos físicos. No van a hacer nada.

 Sólo espero que, si los niños llegan a escaparse, no les pase nada. Si les pasa algo, espero que ninguno de los profesores implicados pueda volver a dormir bien en su vida.

Huídas

Pablo ya no aguanta más.

El martes se comió una bronca del copón. Fue porque se nos había quejado de que su madre no le ayuda con los deberes.

Más que eso. Se había quejado de que, cada pregunta que hace, recibe la misma respuesta:

¡Si no sabes eso, eres más gilipollas de lo que pensaba! ¡Para qué vas a clase! ¡A mí no me preguntes, que estoy ocupada!
Ocupada quiere decir jugando a Monster World.

Ella se enteró de que nos lo había dicho, y le montó tal pollo que, cuando hablamos con Pedro por la noche, le temblaba la voz, y eso que la bronca no iba con él.

Al día siguiente, miércoles, estaban con nosotros.

Cuando recogimos a Pedro del colegio, nos contó que Pablo le había dicho que estaba planeando escaparse de casa cuando su madre se quedara dormida.

Pedro le había suplicado que no lo hiciera. No quería quedarse solo con ella.

Al final, Pablo le escuchó y no se escapó.

El lunes por la mañana, volvió a decirle llorando a JL que no quería volver allí. Que por qué tenía que hacerlo. Que por qué tenía que aguantar eso.

Que la próxima vez que le echaran una bronca semejante, ni Pedro iba a conseguir que se quedara.


jueves, 15 de marzo de 2012

Cosas de hermanos

Tanto Pablo como Pedro se quejan el uno del otro cada vez que vuelven con nosotros.


Cuando estamos allí, Pablo me pega



En casa de mamá Pedro se chulea todo el tiempo



Pablo me insulta



... qué os voy a contar. Lista de quejas interminable.

Esta semana, nada más recogerle del colegio (no le habíamos visto desde el miércoles anterior), Pedro lloraba contándonos cómo su hermano se mete con él cuando están con su madre, que el otro día se pelearon... un drama, vamos.

Esta mañana, cuando le llevaba al colegio, le he preguntado si no preferiría vivir él con su madre cuando Pablo estuviera con nosotros y al revés. O vivir él con su madre la mitad del tiempo, como ahora, y Pablo todo el tiempo con nosotros.

Al fin y al cabo, es lo que su madre está buscando. Y, además, a él su madre le está haciendo mucho la pelota. Lo dice él mismo.

Me ha mirado como si estuviera loca y me ha dicho que no.

 - Pero ¿por qué?, le he preguntado, Si dices que Pablo te pega y te trata fatal.

- Pues porque con Pablo me peleo mucho, pero a veces me trata bien. Pero mamá no me trata bien nunca.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Nuevo miércoles, nuevo horror

El viernes Esther obligó bajo amenazas a Pablo a escribir que le había robado dinero, que fumaba y que le había robado a su hermano una tarjeta de la tienda Decathlon con 15.

Pablo le repitió llorando que todo eso era mentira, que él no había hecho nada de eso y que, si lo escribía, era sólo porque ella le obligaba.


Dice que su madre le gritaba


“¡¡¡TE QUEDAS AHÍ SENTADO TODA TU PUTA VIDA HASTA QUE ESCRIBAS LO QUE TE ESTOY DICIENDO!!!”.

No contenta con eso, después de obligarle a escribir lo que quería, le puso el teléfono delante y le grabó diciendo cosas. Le obligó a decir que había fumado porros. Pablo repitió varias veces que era mentira, que él nunca había hecho eso.

Pero ella le tuvo sentado en una silla hasta que dijo todo lo que ella quería.


Pablo ya nos ha dicho que se va a escapar de casa de su madre cualquier día de estos. Y que ni él ni su hermano quieren seguir viviendo allí.

No me extraña

domingo, 11 de marzo de 2012

La tarjeta robada: fin de la historia

¿Cómo ha terminado la historia del la tarjeta de Decathlon desaparecida?

A Pablo su madre le ha obligado a escribir en un papel que él ha robado la tarjeta, que ha fumado y que le ha robado dinero a ella.

Pablo lo ha escrito.

Pedro dice que, escriba lo que escriba su hermano; diga lo que diga, él sabe perfectamente que no lo ha hecho y que le están obligando a acusarse en falso.

viernes, 9 de marzo de 2012

cuando yo me muera

Al parecer, hemos entrado en la fase drama del chantaje emocional.

Dicen los niños que su madre se pasa el día llorando en el baño.

Cuando sale, dice que llora por culpa de JL, que no le deja vivir (¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿?????????????).

Les dice con lágrimas en los ojos que, los pocos años que le quedan de vida (¡¡!!), los quiere pasar tranquila a su lado. Al lado de los niños, claro.

Les dice que ellos le hacen sufrir, que cada vez se parecen más a su padre, y que, si van a seguir tratándola así y haciéndole daño , prefiere que se vayan con él. Que le queda muy poca vida por delante y que esa poca vida que le queda, no la quiere pasar amargada.

Esto se lo repite a Pablo con insistencia, pero a Pedro también se lo dice.

Los dos cuentan que, desde hace algún tiempo, se lo repite contínuamente.

jueves, 8 de marzo de 2012

Mi hijo favorito

Desde que Esther se enteró que anda rondando un cambio de custodia (la semana pasada), trata de hacer la pelota a Pablo. Dentro de sus posiblidades, claro.

La pelota que le hace se reduce a no pasarse el día insultándole y acusándole de todos los males y perversiones del universo.

Pero para que quede claro lo que piensa, ya les ha dicho que, cuando venda la casa de su padre (venta que ya está en marcha), tiene bien pensado lo que va a hacer con el dinero: a Pablo lo va a enviar a un colegio interno para niños difíciles; ya lo tiene incluso elegido. Y ella y Pedro se van a ir a recorrer España en una Harley-Davidson que ella se va a compar.

Ahí. Para que no haya ninguna duda de quién es su hijo favorito.

lunes, 5 de marzo de 2012

De mal en peor

Ya está todo en marcha. Esther ha recogido, leído y contestado el burofax que le informaba y le solicitaba aprobación para comenzar una evaluación psicológica de los niños, que es el primer paso para pedir el cambio de custodia.

Se ha negado, por supuesto.

Consecuencias:

La primera ha sido que ha llamado a Pablo y Pedro TODOS LOS DÍAS. Por primera vez desde que les conozco. Ayer fue el único día que no tuvieron llamada de su madre desde el jueves.

La segunda, las conversaciones en sí. Con Pedro, conversaciones normales. Con Pablo, de horror.

El viernes, cuando llamó, Pablo estaba haciendo los deberes con un amigo y yo les estaba ayudando. Su madre empezó a preguntarle que dónde estaban los gayumbos de Calvin Klein de los que hablé en la entrada anterior. Él se quedó blanco, y dijo que en casa de ella

 - ¿Y qué pasa con esos gayumbos? le preguntó ella.

- Nada, que son míos - le contestó Pablo

- ¿Y cuándo te he dicho yo que no?

- Mamá, desde que los viste me dijiste que eran para tu novio.

- ¿¿Cuándo?? ¿Cuándo he dicho yo eso?? ¡¡¡Yo nunca he dicho eso!!! ¡¡¡Nunca!!!

- Mamá ¿cómo que no? ¡si me los quitaste y se los diste a él

- ¡Cómo puedes decir esas cosas! ¿es que ya no confías en mí? ¿¿no confías?? ¿No iban mejor las cosas cuando confiabas en mí? ¿no iban mejor? ¿no iban mejor? ¡¡contesta!! ¡¡contesta!!

- Mamá, a veces iban mejor, a veces - para ahora, Pablo ya estaba agobiadísimo; su amigo diciéndole que había bebido mucho y que le dijera que estaba estudiando y colgara el teléfono.

Pero ella seguía:

- ¿¿Cómo que a veces?? ¡¡Tu eres tonto!! ¡¡¡Tú eres GILIPOLLAS!! ¡¡Pablo, eres gilipollas!!

Cada vez más gritos, cada vez más agresiva.

El sábado se repitió lo mismo. Además de tonto, imbécil, gilipollas y demás, le llamó hijoputa. Lo cual, siendo ella su madre, me parece un poco tonto. Y le colgó el teléfono.

Después de colgarle el teléfono, le llamó a su amigo, que volvía a estar con nosotros.

Le dijo que no quería hablar con Pablo, pero que le dijera de su parte que nadie en el mundo le quería más que ella, que él le estaba haciendo mucho daño y que pensara bien en dónde iba a acabar su madre por culpa del daño que él le estaba haciendo.

El amigo todavía está agobiado, claro.

Hoy vuelven con ella. José Luis lleva dos días sin dormir. Yo, dos días con pesadillas.

Crucemos los dedos

viernes, 2 de marzo de 2012

Lo que pasó con la tarjeta robada

Durante las últimas semanas, además de acusar a Pablo de fumar, de fumar porros, de insultarle, de ser agresivo con ella y hasta de pegarle, también le ha acusado de robar a Pedro una tarjeta regalo de Decathlon que algún niño le regaló por su cumpleaños.

Pedro está convencido de que su hermano no ha sido. Se lo ha repetido a su madre. Le ha dicho que, cuando desapareció la tarjeta, Pablo estaba con su profesora particular.

Ella, sin hacer caso de nada de esto, le ha seguido acusando, le ha dicho que no va a ir a la excursión de fin de curso (¡oh, sorpresa!), y le ha quitado de la cartera lo que había ahorrado de la poca paga que le damos desde hace unos meses (ella, por supuesto, no le da paga).

Le ha acusado de esto delante de su tutor, a pesar de que Pablo lo sigue negando y de que Pedro sigue diciendo que su hermano no ha podido ser.

Esta semana hemos conocido el final de la historia.

Como yo estaba de viaje cuando pasó, os copio el correo de JL explicándolo.

Hola, me gustaría aclarar el tema de la famosa tarjeta de compras con 15€ que supuestamente Pablo le "robó" a Pedro. Debería decir que su madre le acusa de robar, pero que en realidad se "extravió" mientras Pablo tenía su clase de apoyo con Lorena.

Este diciembre, hice una compra de gayumbos en un portal muy barato en internet. Por error mío o por confusión de tallas, vinieron pequeños y, para aprovechar la compra, se los regalé a Pablo por Reyes.

Por lo que sea, Pablo se ha llevó esos calzoncillos Calvin Klein negros a Palomares. Nada más verlos, su madre se los quitó y se los regaló a su novio. Esto, a pesar de que Pablo le dijo que eran suyos y que, tiene narices, su novio así lo reconociera.

Pablo dejó discutir y se calló. Así se lo hemos pedido y de vez en cuando lo hace.

Esta mañana miércoles, más mal que bien, aprovechando que su madre aún dormía, ha ido a la cómoda del dormitorio de su madre a recuperarlos y.... ¿qué es lo que había debajo de la ropa interior de Ester? ¡¡La tarjeta decatlón!!

Pablo, se ha callado, ha cogido los gayumbos y se ha ido a la ducha.

Aparte de que creo a mi hijo ¿para qué querría Pablo una tarjeta de 15€? ¿Va a ir alguna vez solo a Decathlon en los próximos dos meses? Su madre dice que la quiere para cambiarlos por dinero en el cole... 

Que cada uno piense lo que estime.

martes, 21 de febrero de 2012

Tenemos que hacer algo

Ya lo puedo contar.

Desde este verano, Pablo y Pedro lloran cuando tienen que volver con su madre. A veces, los lunes por la mañana, se nos meten en la cama preguntándonos si les dejamos ponerse enfermos y no ir al cole, para así no tener que volver con su madre por la tarde.

Cada semana es peor. Cada semana están más cerca de la crisis de ansiedad los domingos por la noche.

Por eso, y por todo lo demás que he contado en capítulos anteriores, hemos decidido pedir un cambio de custodia.

Crucemos los dedos. No quiero pensar qué pasará si esto sale mal.

lunes, 20 de febrero de 2012

Más acusaciones

Esta semana Esther ha acusado a Pablo de estar fumando. Le ha contado a todo el mundo que ha encontrado un paquete de tabaco suyo escondido en la casita del jardín.

Con esa disculpa, le ha castigado sin ir a la excursión de fin de curso del colegio (que ella tenía que pagar, precisamente, esta semana).

Cuando llegó a casa el miércoles, JL le preguntó si era cierto. Pablo dijo que no, por supuesto.

"¿Sabes que hay unas pruebas en la farmacia que dicen si has fumado o no?" le dijo su padre

"Pues yo quiero hacérmela" contestó Pablo.

No digo que no haya fumado o que no lo vaya a hacer nunca, digo que ahora no lo ha hecho.

Por otro lado, hoy ha habido, de nuevo, reunión con su tutor. En ella, Esther le ha acusado de prender fuego al baño del jardín. El lo ha negado de forma vehemente delante de JL y de su tutor, pero ella insistía e insistía, diciendo que dentro de nada va a ser un bala perdida incontrolable.

Al final, Pablo se ha puesto a pensar y ha dicho:

"¿No lo dirás porque el pie del vater está un poco pintado de negro? Es que, se me cayó un spray de pintura negra, y algo de la pintura que se salió por el golpe pintó un poco el retrete"

"Ah ¿es pintura esa mancha?" le ha contestado ella.

El tutor le ha mirado escandalizado y le ha echado la bronca.

"Estás diciendo que eso es "incendiar el baño del jardín"? Tienes que tener un poco más de respeto por tu hijo y por ti misma"

Efectivamente.

viernes, 17 de febrero de 2012

Fingendo maltrato

Estoy en tal estado de shock que no sé si seré capaz de escribir de forma coherente.

Fue ayer por la noche. Los niños llevaban ya día y medio con nosotros. Quiero decir que no lo contaron nada más llegar. No les pareció tan fuerte como a mí.

Normalmente, mezclan comentarios sobre cosas que les hace o les dice su madre en cualquier conversación trivial. Como es lógico, por otra parte.
Así, sin más, Pablo contó que el domigo pasado su madre fingió que él le pega delante de una vecina.

Cuando él se acercó, ella se echó hacia atrás con cara de terror, tapándose la cara con los brazos y gritando "Pablo, no me pegues".

Lleva desde el otoño diciendo a todo el que quiere escucharle que Pablo le grita, le insulta y no le respeta.

Es la repetición de la pauta que siguió con JL en la fase previa al divorcio. Crear la ficción de que él les maltrataba a ella y a los niños.

De la misma forma, si había gente delante, solía gritar "¡¡no me pegues!!" echándose hacia atrás y protegiéndose la cara cuando él se acercaba.

Enseñaba a los niños a llamar al 112 si su padre se enfadaba con ellos, asegurándoles que él les acabaría pegando.

Vale. Eso está fatal. No es justificable. Pero con eso pretendía encarar el divorcio con ventaja. JL es un adulto, y no es su hijo.

Pero ¿hacerlo con Pablo?? ¿qué pretende con ello? ¿¿¿Cómo puede querer una madre que la gente piense que su hijo es un maltratador cuando no lo es???

Lo más asombroso es que Pablo no esté devastado. Lo más asombroso es que aún se ríe. Que sigue siendo un niño bueno.

No sé qué podemos hacer. Estoy horrorizada.

Ni siquiera sé si estoy exagerando y no es para tanto.



jueves, 16 de febrero de 2012

Sólo para abrir boca

Esther lleva gritándole a Pablo desde el verano que todo lo hace por educarle. Que no tiene que mentirle, que no tiene que robarle (¡¡!!). Se ha aprendido en algún libro de autoayuda de los que lee lo que llama "Las 3 R" , y se lo repite continuamente:


  • Responsabilidad
  • Respeto por uno mismo
  • Respeto por los demás

Y se las hace repetir a ellos.

Me parece un buen consejo. Me parecen cosas importantes que un niño debe aprender.

Sólo tiene dos problemas:

A Pablo le insiste en que él no tiene ninguna responsabilidad ni respeto por los demás y, desde luego, que no se respeta ni a sí mismo. Le machaca. Cuando Pablo es un niño bueno. No muy responsable en los estudios, la verdad, pero en el resto de aspectos de la vida, es estupendo. Y responsable. Alocado, pero responsable. En cuanto al respeto... yo no conozco niños más respetuosos que Pablo y Pedro. Y eso que Pablo está entrando en la edad difícil...

El segundo problema es el ejemplo.

El otro día fue con ellos al videoclub. El mismo al que vamos nosotros. Los niños le pidieron alquilar dos películas para el fin de semana. Y ella, en lugar de decirles que no, o en lugar de pagarlas y ya está, les dijo:


Tu padre tiene un bono aquí ¿no? Pues que las pague tu padre


Y se puso a decirle a la del videoclub que su marido tenía un bono allí y que quería cargar dos películas a ese bono.

Los niños les decían a ella y a la del videoclub:

Mamá ¡¡que ya no es tu marido!! Que es tu exmarido. Mamá, ese dinero es de papá ¡¡no se lo robes!!

Al final, no coló y la del videoclub, en vista del sainete, le dijo que no podía ser.

Pero ¿qué clase de ejemplo es ese para un niño????

¿Cómo puedes pedirle a tu hijo que se porte de forma responsable, que no mienta y que no robe, y hacer justo lo contrario en sus mismas narices?

lunes, 13 de febrero de 2012

Más insultos

Por lo que nos dicen los niños, las broncas arrecian.

Dicen que a Pablo ya no le llama sólo mierda; también le llama subnormal y cosas por el estilo.

Ante los niños, se justifica diciendo que ella y su novio le insultan porque le quieren.

viernes, 10 de febrero de 2012

psicópatas

En la casa donde los niños viven con su madre, hay un sable de esos que venden como recuerdo si viajas a sitios como Toledo.

Lo compró hace mil años JL y, por supuesto, no se lo han devuelto.

Los niños suelen jugar con él.

El miércoles Pablo nos dijo que su madre lo había escondido. Le dijo que lo había hecho porque él es un niño muy violento y le daba miedo que le atacara con el sable y le hiciera Dios sabe qué.
Si hay un niño tranquilo, sereno y bueno, ese es Pablo.

Me quedé sin respiración cuando lo escuché.

Todavía estoy intentando digerirlo.

Claro que, a JL también le repetía a todas horas que era un tío violento y que temía que le pudiera maltratar en cualquier momento. Y yo no he tenido una discusión con él en casi cuatro años.

Lo repetía continuamente; a él y a todo el mundo. Para crear la psicosis entre su círculo de que ella era una pobre víctima de un loco violento; y para que él no se atreviera a discutirle ni una decisión para evitar cualquier conato de bronca que confirmara lo que ella decía.

Creo que eso se llama manipulación.

Y falta de escrúpulos.