miércoles, 18 de abril de 2012

Qué sorpresa

Qué sorpresa. Cuando Esther se ha enterado de que los niños quieren venirse a vivir con nosotros, ha cambiado varios comportamientos. Todos la misma semana:

1- Ha comprado zapatos nuevos a Pedro (¡ya era hora, porque estaban tan rotos que cualquier día se dejaba los dientes en el suelo!)

2.- ¡Ha hecho los deberes con Pablo! Al menos un día, pero los ha hecho. Eso sí: le castigó por lento.

3.- Ha dejado a Pedro llevar la bicicleta al cole en "el día de la bici", y eso que no era necesario porque estaba con nosotros la víspera de ese día. Le ha dejado traer la bici a nuestro "pisito de mierda"

4.- ¡¡Les ha comprado manzanas!! Y les ha dicho que no compra más fruta porque cuando compra, se pude en el frutero. Cuando me lo contaban, los niños me miraban con cara de "esta se cree que nos chupamos el dedo"

5.- Ha llevado a Pablo al hospital nada más tener una caída ¡¡le ha llevado ella!!

6.- Esta mañana, le ha dejado no ir al colegio porque se encontraba mal ¡¡y ha salido del trabajo para volverle a llevar al hospital!!

7.- Ha llamado a José Luis para informarle en el camino DE IDA al hospital ¡¡En el de ida!! Las demás veces nos hemos enterado días después, cuando nos lo han contado los niños en el cambio de turno.

Qué casualidad. Tantos cambios en cuatro días. Y justo al enterarse de que se quieren venir con nosotros. Y justo después de que su hermana interrogara a los niños y ellos le explicaran por qué quieren hacerlo.

Supongo que espera acumular méritos en el tiempo que queda antes de que el juez entreviste a los niños. Y que ellos se olviden para cuando llegue esa entrevista de cómo los trataba antes de este cambio

lunes, 16 de abril de 2012

¡Y más chantaje aún!

Esta semana que han estado con nosotros, los niños nos han contado que todo el mundo les echa en cara su decisión.

No sólo su madre. No sólo su tita.

La chica que les cuida y limpia la casa, les ha dicho que se va a quedar sin trabajo por su culpa. Que, no sólo ella va a ser pobre, que ya no van a poder ver nunca más, ni van a poder hablar por teléfono, ni nada. Eso es lo que va a pasar si ellos deciden venirse con nosotros.

De nuevo, Pedro lo contaba llorando.

Pero ellos lo tienen claro. Nadie les ha dicho nada sobre ellos. Nadie ha hablado de dónde van a estar mejor, dónde van a ser más felices, mejor cuidados o más tranquilos.

Todos les dicen "por tu culpa me voy a quedar sin dinero" "por tu culpa me voy a quedar sin casa" "por tu culpa voy a vivir peor"

Y eso, les da qué pensar.

jueves, 12 de abril de 2012

Más chantaje

Como era de esperar, desde que los niños han dicho a su madre que se quieren venir con nosotros, el pressing va aumentado día a día.

El lunes les llevó a casa de su hermana pequeña. La tita, los sentó frente a ella y se puso a darles caña:



¿Sabéis que mamá no ha parado de llorar desde que se enteró de que os queréis marchar con vuestro padre?


Que sepáis que, con esta decisión, váis a hundir a mamá

Vuestro padre os engaña: lo único que quiere es quedarse con la casa y con todo el dinero de mamá



Mamá va acabar arruinada por vuestra culpa: se va a tener que ir a vivir a un piso o a casa de Bruce



Tendrá que dormir a Pebbles para matarla
.


Además, no la podréis ver casi nunca. Todo el mundo sabe que, cuando un niño dice que quiere ir con su padre, a su madre ya no la puede ver más que una vez al mes o menos.



A mí tampoco me podréis ver. Ni a vuestras primas. Yo tampoco puedo parar de llorar desde que me enteré.



Si os queréis ir, tenéis que decirme una razón que a mí me convenza. A ver, decidme una razón ¿Por qué os queréis marchar?



Se enfadó mucho con Pablo porque él, para no angustiarse, estaba pensando en otra cosa. "A tí te da igual lo que te diga ¿no? Te estoy viendo en los ojos que estás pasando de todo"

Después de eso, les exigió que le dijeran qué cosas les gustaban y que cosas no les gustaban, primero de su madre y luego de su padre, prometiéndoles que eso iba a quedar entre ellos y no se lo iba a contar a nadie.

Aprovechando que salió a fumar un momento, Pablo abrazó a Pedro, que estaba muy angustiado, le dijo que no se preocupara, pero que tuviera claro que todo lo que le dijeran a la tita, ella se lo iba a contar a mamá.

Pedro contestó "Ya lo sé. Nos está grabando".

Entonces, su tía volvió, y empezó a anotar las cosas que ellos le decían que les gustaban y que no les gustaban de sus padres.

Y después, les empezó a exigir que eligieran.

            ¿A quién queréis más? ¿A mamá o a Nerea? (¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿???????!!!!!!)


¿A quién queréis más? ¿A papá o a Bruce?



 Pedro lloraba cuando nos lo contaba.

Yo le dije que no hay por qué elegir ¿cómo se puede saber si quieres más a tu padre o a tu hermano, o a tu mejor amigo? Quieres a la gente, no hay por qué elegir el orden de la lista.

Después les enseñamos la demanda en la que JL dice que no quiere ni la casa ni ninguna pensión, que sólo quiere tener a los niños.


Ya lo sabíamos, dijeron. Pero se les volvió a ver sonreir.





martes, 10 de abril de 2012

provocaciones

Algunos amigos me dicen que la culpa de que Bruce me amenazara de muerte, la tuve yo por provocar.

Si es que, está claro. Alguien te dice "heres puta temato" porque no puede evitarlo; es su caracter. Si encima, tú vas y le contestas "eres se escribe sin h", te la estás buscando por provocadora.

Tiene huevos.

Volvemos al "se buscó que la violaran. Va provocando"

sábado, 7 de abril de 2012

Amenazas de muerte

El jueves por la noche, JL estaba intentando hablar con los niños. No estaba operativo ningún teléfono, no cogían el fijo de casa, y su exmujer le colgaba cuando él llamaba a su móvil.
Así que, decidió llamar a su novio. Él le cogió el teléfono y le gritó furioso que los niños no estaban con él, que él estaba tranquilo con su familia, que como volviera a llamar le iba a pegar, le iba a dar una paliza y le iba a rajar, que tenía más huevos que él… y así siguió gritando. Yo le dije que se tranquilizara, que si no estaba con los niños, lo dijera y no pasaba nada. Entonces, se puso a gritarme a mí y colgó muy enfadado.
Yo le mandé este mensaje

¿por qué te cabreas? Este rollo no va contigo. Sólo queremos hablar con los niños. Si no estás con ellos, no hay problema: nos lo dices y ya está.
         No creo que hagamos mal a nadie por tratar d hablar con ellos.

Al cabo de un rato, como suele ocurrir cuando llamamos a Bruce, Esther cogió el teléfono y se lo pasó a Pedro, así que, JL pudo hablar con él. Resulta que sí que estaban con Bruce. Yo me indigné y le mandé este mensaje:

¡Pero qué mentiroso eres!¡Estás con Pedro!¡No me lo puedo creer!

Él me contestó con varios sms:

Te sigo te godere puedo maske tu te transmito te matare no mejodas

         Te cuidado puta kaeras


Te kojere hoy temato puta




         Puta heres puta vasca y trabajo con tus conpadres


Por hoy empiza la lucha puta

Puta estoy en paro como sigas te espero kara ha kara demuestra tu orgullo

Orgullo, dice el tío. En fin. Qué peña. Le iba a poner que él y cuántos más. O que me daba pena abusar de un vejete enclenque que le roba la ropa a un niño de 12 años. Pero al final me dio mitad pena y mitad miedo. Creo que soy demasiado educada para decir algo duro como eso. Una cosa es pensarlo en un momento de cabreo, y otra muy distinta, escribirlo y mandarlo...
Cuando JL le pidió a Pedro que le pasara con Pablo, él preguntó a su madre y ella le dijo que no podía ponerse porque estaba en la ducha. Pero ayer Pablo nos dijo que eso era mentira, que estaban en un bar de nuestro pueblo cuando pasó todo lo anterior.

Nos dijo que Bruce hacía unas cosas muy raras. Que seguramente estaba borracho o drogado. Que tiraba cosas al suelo cabreado y daba portazos con las puertas del bar.

Que su madre y Bruce siguieron bebiendo durante un rato más después de que habláramos con Pedro y de este cruce de sms. Luego, a pesar de llevar mucho tiempo bebiendo y de que, según Pablo, parecían borrachos, cogieron el coche y condujeron hasta el pueblo en el que vive su madre, a varios kilómetros por una mala carretera. Llevando a los niños en el coche, por supuesto.

Otra conocida común nos dijo que se la había encontrado el miércoles santo y que estaba borracha como una cuba. Que se quedó horrorizada porque los niños estaban con ella, estando ella en ese estado.

Yo estoy horrorizada porque volvieron en coche. Desde el metro hasta su casa; de nuevo a varios kilómetros de mala carretera. De noche y sin iluminar. Conduciendo ella, y yendo en ese estado.