No sé si lo he dicho ya.
Durante estas vacaciones, los niños han estado con nosotros desde el 31 de diciembre al 10 de enero. Su madre les llamó el día 1 de enero, y habló con los dos (para echarles la bronca porque no le llamaron a ella en nochevieja).
El 3 de enero, llamó a Pedro, pero no quiso hablar con Pablo.
Después de eso, no hubo más llamadas.
Ahora, los niños se la han cargado. Dice que eran ellos los que tenían que haber llamado. Y que, como castigo, se han quedado sin móvil. Bueno, sin móvil no. Les obliga a llevar el móvil y a enseñárselo a la gente, pero les ha quitado las tarjetas.
Dice que es porque les estamos llamando a todas horas y los niños se sienten acosados.
Que nos va a denunciar.
Los niños buscan el momento para llamarnos a escondidas. Cuando ella está en el baño, desde el fijo de casa, o desde el móvil de un amigo... desde donde pueden.
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