lunes, 8 de agosto de 2011

Calma sorprendente

Llevamos unos días que podemos hablar con los niños todos los días. Y sin necesidad de llamar 30 veces a cinco teléfonos distintos. Supongo que es porque están en casa de Gracia, y quiere que Gracia piense que mentimos cuando nos quejamos de la pesadilla diaria que supone hablar con ellos.

O que mentimos cuando decimos que, la mitad de los días, no nos lo permite.

Veremos cuánto dura la calma...

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