jueves, 4 de agosto de 2011

Añoranza

Llevamos a los niños a casa de su madre después de 15 días con nosotros. Quince días en los que no los había visto y apenas los había llamado.

A las 9.00 AM estábamos tocando el portero automático.

Estaba sólo la asistenta. Ella no había retrasado ni una hora su entrada al trabajo.

Se ve que los echó de menos un montón. No tengo palabras.

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