jueves, 19 de enero de 2012

La paciencia de Job


Vaya día.

Hoy han venido los niños después de una semana con su madre. Son tonterías pero que, acumuladas, acaban siendo una pesadilla. 

Hoy venimos con novedades varias, todas juntas.

Les está repitiendo tipo mantra que ella tiene derecho a saber las notas del Instituto Británico porque se gasta mucho dinero en pagarlo. Que a ver por qué se las queda su padre y no le da copia a ella.

La realidad es que hace más de un año que se negó a pagar el Instituto Británico. No sólo eso, sino que les dio de baja. A pesar de que la cuantía de la pensión alimenticia se basa, precisamente, en el coste de estas clases de inglés. En cuanto se publicó la sentencia firme, dejó de pagarlas.

Nosotros decidimos que eran importantes y les re-apuntamos.

Nos cuestan la friolera de 2000 € al año.

Para que ahora venga intentando convencer a los niños de que es ella quien paga las clases.

Otra novedad de la semana se deriva del régimen de visitas.


Tenemos el problema de que el día de intercambio (el jueves), Pablo tiene clase de deporte. Así que, tiene que irse de aquí vestido con ropa de deporte para poder dar la clase. Y, una semana sí otra no, no vuelve con nosotros sino que, después de la clase, va a casa de su madre.



Bueno, pues ahora resulta que, la ropa que se tiene que llevar de aquí para clase de deporte, ella se la queda y no le deja volver a traerla.

Le dice a Pablo que la ha comprado ella, que le ha costado mucho dinero y tiempo comprarla, y que ni loco la trae para acá. Cuando él le dice que eso no es verdad, que esa ropa la compró él con nosotros, y que lleva meses poniéndosela con nosotros, se gana una galleta. Así que, ahora, además de pasta, nos roba ropa.

Luego está el tema de la entrada anterior, el del xilofón, que sigue trayendo cola (Pablo necesita un xilofón para clase de música. 30 eurillos).

Y la semana que viene, también Pablo, tiene una excursión que hay que pagar. Pues, no sólo no paga ninguna de las dos cosas, sino que le dice a Pablo que lo pague su padre, que tiene más dinero.

Cuando Pablo le dice que eso no es verdad, que él ha visto los papeles del juzgado donde dice que ella gana más, le contesta que es que nosotros los falsificamos. Que falsificamos los papeles.

También nos cuentan que ahora le ha dado por repetirles a todas horas que le tienen que dar las gracias, que ella les pone comida de reyes mientras que con nosotros sólo comen porquerías.

Ya hemos hablado del tema de la comida.

Esta semana, con ella, han comido garbanzos, fabada, macarrones y arroz con tomate. Ni fruta ni verdura. Ni proteínas.

Es para aburrir al santo Job.

Y me dejo la mitad de las cosas. Y sólo he estado con los niños a la hora de la comida. Que luego se han ido a inglés.

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