viernes, 10 de febrero de 2012

psicópatas

En la casa donde los niños viven con su madre, hay un sable de esos que venden como recuerdo si viajas a sitios como Toledo.

Lo compró hace mil años JL y, por supuesto, no se lo han devuelto.

Los niños suelen jugar con él.

El miércoles Pablo nos dijo que su madre lo había escondido. Le dijo que lo había hecho porque él es un niño muy violento y le daba miedo que le atacara con el sable y le hiciera Dios sabe qué.
Si hay un niño tranquilo, sereno y bueno, ese es Pablo.

Me quedé sin respiración cuando lo escuché.

Todavía estoy intentando digerirlo.

Claro que, a JL también le repetía a todas horas que era un tío violento y que temía que le pudiera maltratar en cualquier momento. Y yo no he tenido una discusión con él en casi cuatro años.

Lo repetía continuamente; a él y a todo el mundo. Para crear la psicosis entre su círculo de que ella era una pobre víctima de un loco violento; y para que él no se atreviera a discutirle ni una decisión para evitar cualquier conato de bronca que confirmara lo que ella decía.

Creo que eso se llama manipulación.

Y falta de escrúpulos.


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