viernes, 7 de octubre de 2011

Sobre llamadas y sms

Como casi todo el mundo divorciado y con niños, las vacaciones de verano se dividen de la siguiente manera:

1ª mitad de julio, con uno
2ª mitad de julio, con el otro
1ª mitad de agosto, con uno
2ª mitad de agosto, con el otro

Este verano también fue así para nosotros.

Durante las dos quincenas que tuvimos a los niños, su madre les llamaría dos o tres veces. En quince días.

Una de las veces, Pablo le preguntó que por qué no les había llamado en tanto tiempo.

Ella contestó que la culpa era de ellos. Que tenían que haberle mandado un sms diciéndole que querían hablar con ella y pidiéndole que les llamara.

Que no pensaba volver a llamarles si no lo hacían así.

(Solicitando audiencia, le faltó decir)

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