miércoles, 14 de marzo de 2012

Nuevo miércoles, nuevo horror

El viernes Esther obligó bajo amenazas a Pablo a escribir que le había robado dinero, que fumaba y que le había robado a su hermano una tarjeta de la tienda Decathlon con 15.

Pablo le repitió llorando que todo eso era mentira, que él no había hecho nada de eso y que, si lo escribía, era sólo porque ella le obligaba.


Dice que su madre le gritaba


“¡¡¡TE QUEDAS AHÍ SENTADO TODA TU PUTA VIDA HASTA QUE ESCRIBAS LO QUE TE ESTOY DICIENDO!!!”.

No contenta con eso, después de obligarle a escribir lo que quería, le puso el teléfono delante y le grabó diciendo cosas. Le obligó a decir que había fumado porros. Pablo repitió varias veces que era mentira, que él nunca había hecho eso.

Pero ella le tuvo sentado en una silla hasta que dijo todo lo que ella quería.


Pablo ya nos ha dicho que se va a escapar de casa de su madre cualquier día de estos. Y que ni él ni su hermano quieren seguir viviendo allí.

No me extraña

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